1. - Antecedentes históricos: Los precursores de la Bioquímica en Chile (*).

Hacia las postrimerías del S. XIX, se hacía sentir cada vez con mayor urgencia la necesidad de que la Universidad de Chile, como tal, asumiera la tarea de cultivar el saber mediante la investigación, a fin de contrapesar el modelo profesionalista que primaba en la Institución.

El propio rector Valentín Letelier expresaba en los Anales de la Universidad, en 1906, su preocupación por la falta de investigación en la Universidad, la cual, a su juicio, debía desarrollar, como en todas las grandes universidades, las ciencias antes de formar profesionales.

Unos pocos investigadores que trabajan por propia iniciativa y casi sin medios suficientes en el seno de la Universidad de Chile, preparan el paso de la universidad profesionalista a la universidad investigadora y docente en Chile, iniciando así la creación de una tradición científica que, junto a la formación del sistema nacional de educación, impulsada en 1889 con la fundación del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, constituyen las dos más importantes contribuciones de la Universidad al país.

Así, un incipiente impulso a las ciencias biomédicas comenzó a tomar cuerpo en la Universidad de Chile en la última década del S. XIX.

Como disciplinas formales de raigambre europea, comenzaron a originarse en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile en la década de 1880, con el retorno de los primeros becados que volvían de Europa, después de estudiar en los laboratorios de Alemania y Francia, que eran las grandes potencias científicas del continente. En el área de la Histología, sobresalió Vicente Izquierdo Sanfuentes quien, tras formarse con Wilhelm Hiss en Leipzig y W. Waldeyer en Estrasburgo y regresar a Chile, fue nombrado, en 1882, profesor regular de Histología y Anatomía Microscópica, fundando el primer laboratorio formal de la Biología chilena en 1883. Se le considera el fundador de la biología nacional (1). Mas tarde, en 1918, Izquierdo habría de descubrir como biólogo general el principio de las feromonas al demostrar, con un sencillo experimento, que la atracción de la mariposa hembra Acatas rubrescens sobre el macho era debida a una sustancia química producida por la hembra. También se debe a Izquierdo el descubrimiento, con detalles, de la estructura de la retina.

El inicio de la Bioquímica en Chile tuvo su origen, como en otros casos, en uno de los jóvenes enviados por el rector José Joaquín Aguirre a estudiar a Europa. En efecto, Adeodato García Valenzuela fue enviado, en 1891, a terminar sus estudios de Medicina en Alemania y, al mismo tiempo, a especializarse en Química fisiológica y patológica con Félix Hoppe-Seyler, en cuyo laboratorio García descubrió la hexametilendiamina, sustancia producida en la putrefacción de la carne. La sustancia por él descubierta se conoció durante algún tiempo como "sustancia de García" (1). A su regreso a Chile, fue nombrado profesor de Química Médica y de Química Fisiológica y Patológica (1894).

Fue uno de los pocos profesores de dedicación exclusiva que existieron en la Facultad de Medicina en ese tiempo. A pesar de eso, su actividad fue totalmente absorbida por la enseñanza de la Química en las tres carreras profesionales que impartía la Facultad de Medicina (Medicina, Farmacia y Odontología), por lo que no pudo desarrollar paralelamente investigación científica de trascendencia. Organizó la enseñanza práctica, orientada, como era lo común en esos tiempos, a los métodos de análisis clínico de sangre, orina y otras secreciones, en trabajos que eran realizados por los alumnos (2).

En 1925 sucedió al Dr. García el Dr. Eduardo Cruz-Coke, un joven médico que había sido jefe del laboratorio del Prof. Juan Noé y publicado un libro titulado La Acidez Iónica en la Clínica, en que relataba los resultados de algunos estudios de aplicación clínica del pH.

Al asumir la cátedra Cruz-Coke dio a su enseñanza un enfoque dinámico que entusiasmó a gran parte de sus alumnos, seis de los cuales le pidieron que los aceptara como ayudantes, entre ellos Héctor Croxatto y Jorge Mardones Restat.

Después de realizar investigaciones en 1926 en Francia y de visitar los principales laboratorios de Bioquímica de Alemania, donde se gestaba el enfoque dinámico en los estudios de esta disciplina, en especial los de Wasburg y de Meyerhof, principales pioneros de este enfoque, Cruz-Coke trajo a Chile no solamente nuevas ideas sino también instrumentos para iniciar estudios experimentales en Bioquímica, agregando al laboratorio un amplio local para los trabajos de sus ayudantes.

Más adelante, al constituirse en facultades separadas las dos escuelas que dependían entonces de la Facultad de Medicina, la de Química y Farmacia y la de Odontología, la enseñanza de la Química Fisiológica quedó a cargo del Dr. Leonidas Corona, discípulo directo del Dr. A. García Valenzuela(8).

2. - La creación de la carrera de Bioquímica en la Facultad de Química y Farmacia de la Universidad de Chile

El desarrollo y expansión de la Bioquímica en la Facultad de Química y Farmacia se inició al mediar la década del 50, y coincide con el nombramiento en 1956 del Dr. Osvaldo Cori como profesor de Bioquímica General de la Facultad. Como era miembro del equipo de investigadores del Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina, y por su especial interés y dedicación por la Bioquímica, fue becado en el Laboratorio de Fritz Lipmann en Estados Unidos. Como lo dijera el decano Luis Ceruti "podríamos decir que Osvaldo Cori es, sin duda, médico por título, biólogo por formación y primeras oportunidades de trabajo en la vida, pero químico y bioquímico... desde siempre... y por alma y vocación".

En 1957 dados los avances científicos y tecnológicos en el campo de la Bioquímica y bajo el impulso del Prof. Cori, del decano César Leyton Garavagno y del Prof. Luis Ceruti, director de la Escuela de Química y Farmacia, se crea la carrera de Bioquímica, paralela a la de Química y Farmacia, lo que constituyó un hito de gran importancia para el desarrollo de la investigación bioquímica en Chile. Fue la primera en ofrecerse en el país y una de las primeras en Latinoamérica.

Se estableció un ciclo básico de 3 años para las carreras de Química y Farmacia y de Bioquímica, seguido de otro diferenciado de 2 años para las disciplinas profesionales.

Al reformularse la enseñanza de los cursos y comenzar la creación de nuevos laboratorios bajo la organización del Prof. Cori, se inició una importante renovación en la enseñanza y la investigación bioquímica tanto en la Facultad de Química y Farmacia como en la Universidad, la que se proyectó con el tiempo a otras universidades y a todo el país, a través de los bioquímicos egresados de sus aulas, los cuales se caracterizaban por una personalidad muy propia.

La fuerte formación básica en Química, Física y Matemáticas y el estímulo a la investigación impartido por el grupo del Prof. Cori hizo que más del 75% de los titulados se dedicaran de preferencia a labores de investigación y docencia en las universidades chilenas y en laboratorios del extranjero más que a las actividades profesionales (laboratorio clínico, etc.), como inicial-mente se esperaba.

Actualmente, los egresados van ocupando en forma creciente responsabilidades en áreas aplicadas de la Bioquímica a medida que el desarrollo del país va creando nuevas necesidades y puestos de trabajo en industrias, hospitales, etc.

La Bioquímica, impulsada por las concepciones y técnicas de la Biología Molecular, se enriqueció con nuevas ideas y aportaciones multidisciplinarias lo que lleva a que en la década del 80, tras las gestiones correspondientes, realizadas por el Prof. Dr. Mario Sapag-Hagar, el Dpto. de Bioquímica se transforme en Dpto. de Bioquímica y Biología Molecular (decreto 131 de 6 de enero de 1986), lo que amplía la base de la Carrera de Bioquímica, abriendo nuevas perspectivas para el magíster y doctorado en Bioquímica en la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile.

Por último, en 1997, la Facultad inicia la aplicación conjunta de la Biología Molecular y de la Farmacología Molecular, al crear el primer Programa de Farmacoterapia Génica de Latinoamérica, con vistas a desarrollar fármacos que disminuyan la expresión de genes nocivos o que corrijan la expresión insuficiente, así como la ausencia de un gen mediante la inserción temporal del mismo. En 1999 se inauguran los nuevos laboratorios de este Programa con 350 m2 construidos y equipados con estándares de nivel internacional, bajo la dirección del Dr. Yedy Israel.